ANETO 2012
Cómo si de un “*déjà vu” se tratara una vez más, este viernes 20 de julio marchamos hasta
el pirineo, concretamente al valle que
se encuentra entre la Valle de Aran y el valle de Ordesa, en esta ocasión y
como tantas otras veces el Valle de Benasque es nuestro destino, y como tantas
otras veces (y van 15) la cumbre del Aneto nuestro objetivo.
Los componentes del grupo están por orden alfabético: Albert, Isabel, Jose,
Juanma, Miguel, Toni y Vicent.
A las 15:30 h salimos de la “cantina del
You” siendo despedidos por Mati, Pili, Eloy y Nacho.
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El camino se hace corto, con una paradita
en Calamocha para hacerse un refrigerio y una cena de bocadillo en la ciudad de la longaniza,
Graus.
En poco más de las 22:00 h estábamos en Benasque (1.140m), y como siempre vamos al instituto a
hacer vivac. En esta ocasión unos chavales nos fastidiaron el sueño, pero bien.
El sábado por la mañana desayunamos, aprovechamos para hacer las últimas
compras, alquilamos los crampones y las picolas, en Ribagorza.
A las 11:00 h salimos hacia la Senarta (1.370) y en poco más de veinte minutos
marchamos hacia el refugio de Coronas (1.970) por la senda-pista siguiendo el GR-11.
Un trozo duro de senda que nos lleva a la pista que va ganando golpe a golpe
altura adentrándose por el Valle de Vallibierna.
Al llegar a Coronas aprovechamos para comer y relajar un poco el peso de las
mochilas y sobre las 14:00 h marchamos hacia los lagos de Coronas. (2.750)
La primera parte de la ascensión es cómoda y la hacemos a buen ritmo, la
segunda parte se hace más complicada por la acumulación de cansancio, por el
peso de las mochilas y por la gran cantidad de pedreras que tenemos que subir.
Sobre las 19:00 h llegamos a la zona de vivac y montamos las tiendas, la
temperatura es agradable a pesar de que la subida destempla un poco al grupo y
los efectos se hacen sentir, agotamiento, manos dormidas, dedos hinchados, etc,
etc.
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Mirando
el collado de Coronas (3.198) a nuestra derecha tenemos las agujas de el
Tchihatcheff (3.052) y de el Franqueville (3.065), ambas apuntan directamente
al Aneto, mientras tanto a nuestra izquierda el Araguells (3.037) y el Argarot
(3.035) nos observan como sí con ellos no fuera la cosa. Aprovechamos para cenar y que el cuerpo se estabilice, la noche es como tiene que ser, alguna gente se encuentra incómoda en el saco, otros se encuentran incómodos en la tienda, otros se encuentran incómodos dentro de ellos y otros pasan frío, lo normal en esta altitud y en esta situación.
A las 04:00 despertamos y desayunamos, sobre las 04:30 emprendemos el ataque a la cumbre, los frontales y los hitos nos sirven de ayuda para avanzar entre un mar de bloques y piedra descompuesta que no hace que sea una subida cómoda, llegando a la primera lengua de lo que queda del glaciar de Coronas , el cual atravesamos sin crampones, pero en la segunda lengua la cosa se complica y la flanqueamos por la zona este, llegando a una tercera lengua y en esta ocasión no hay otra, hay que calzarse los crampones. Una vez atravesado esta tercera lengua nos queda el tramo más expuesto hasta el collado de Coronas, un lugar de senda deshecha con piedra suelta y con mucho desnivel que nos hace hacer uso de las manos a cada paso que damos.
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Al
pasar el collado de Coronas, el paisaje cambia radicalmente y ante nosotros
aparece el mar de hielo y nieve del glaciar del Aneto. Para atravesar el glaciar del Aneto es obligatorio el uso de crampones, el contrario sería un suicidio, una vez en el glaciar la progresión es rápida, sólo algunos pasos son más técnicos pero nada de importancia. En poco más de un hora estamos a una cota que nos permite descalzarnos los crampones y continuar subiendo los bloques que nos conducen hacia la cumbre, a pocos minutos de las ocho de la mañana estamos a pies de la arista, que lleva a la cumbre del Aneto, más conocida como el paso de Mahoma.
Es el momento esperado, pero no lo parece, el grupo sin pensarlo un segundo se ensartan en la arista y golpe a golpe, un pie aquí, una mano allá, el culo aquí, el culo allá, da como resultado que exactamente a las 08:15 h del día 22 de julio de 2012 hagamos cumbre en el Aneto (3.404 m.), rey del pirineo.
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Albert,
seguido de Isabel, Vicent, Jose, Juanma, Miguel y Toni, todos juntos estamos
arriba, un sueño conseguido, un proyecto manufacturado, una idea llevada a la práctica, cada uno tiene un pensamiento
a la cabeza, sonrisas, lágrimas (muchas), risas, fotos (muchas), y frío (el que
más..), este último es el que hace que en poco más de 20 minutos en la cumbre,
decidimos volver atrás con la misma cura con la que hemos subido. La bajada es siempre más complicada, el guía insiste en este hecho, la mayoría de accidentes en la montaña se producen en la bajada, la gente va más agotada, la mente tarda más a reaccionar, el cansancio es evidente y cualquier resbalón puede provocar un accidente grave. Con todas las recomendaciones y con unas mizuno que no todos los días suben a esta cumbre conseguimos no sin algún susto que otro llegar al campamento base, todos contentos y satisfechos por lo que se ha conseguido.
Aprovechamos para relajarnos, comer, beber y brindar con la botella de Cune (que subió y bajó de la cumbre), y como no, hacer comentarios sobre cómo ha sido la salida, todo lo que se ha sufrido, todo lo que se ha disfrutado.
Cómo si de una prueba cronometrada se tratara en poco más de dos horas desde el campamento base llegamos a Coronas donde cogimos el autobús de montaña que nos lleva a la Senarta y de allí a Benasque para dar por finalizada esta experiencia que muy bien recordaremos para el resto de nuestros días a este planeta.
Enhorabuena a todos por lo que se ha conseguido, a pesar de que no se trata de una actividad fácil, más bien todo el contrario, no sólo el físico es lo importante, sino la predisposición mental a cada paso que damos en la montaña.Felicidades por coronar el rey de los tresmiles, para mí ha sido un placer poder conduciros sanos y salvos a la cumbre del pirineo.
Crónica Aneto 2012
